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ámonos a la feria
María Esther!.
Hoy hubiera sido un día de paseo, muy posiblemente por el cementerio, recordando a los muertos, pero ciertas circunstancias hicieron posponer el tradicional plan del primero de noviembre.
Hoy hubiera sido un día de paseo, muy posiblemente por el cementerio, recordando a los muertos, pero ciertas circunstancias hicieron posponer el tradicional plan del primero de noviembre.
Por tanto, y sin
discusión:
¡María Esther, vámonos a la feria de Santos!
¡María Esther, vámonos a la feria de Santos!
Subimos al coche
en un día gris-plomo, lloviendo, con un casi frio de invierno, carretera de
Caldas, A Estrada, Lalín. Paramos antes de llegar a Monterroso en los “Pendellos”
de A Golada, el húmedo frio de la piedra me hace rememorar aquellas ferias de
los días 12 en que trabajaba de refuerzo en la oficina de La Caja de Vigo.
El pueblo está
desierto, la temperatura y esta lluvia menudita recoge a las gentes bien
pensantes en el abrigo de los bares:
-Buenassss…: carta
va y carta viene, el paisano va consumiendo las horas del día festivo.
La entrada a
Monterroso es diferente, gente alegre, olisqueando los puestos, probando los
productos de la tierra, comprando, vendiendo, hablando con amigos y conocidos,
abrazos…
Pulpeiras enfaenadas:
¡cuidado!, gritan al pasar con los platos de pulpo y chorreándotelos por
encima. No pasa nada: ¡Es la feria de Santos!
-¿A como las
nueces?
-A 4 la pequeña,
y a 5 la grande.
-¿Y el queso?
-¡Llévese estos
dos curados por 10!
-¡A por ellos!
-Buen provecho.
-Vamos a ver los
caballos.
-Y las vacas
también.
En fin, una
feria.
Ya es la hora de
comer, salimos de las tierras del Ulla y bajamos a las del Deza.
Sigue persiguiéndonos
el gris-plomo, llueve, pero el agua no es capaz de disolver la alegría que
absorbimos en la feria.
¡Una comida
fantástica! ¿Seremos nosotros los que estamos fantásticos? (creo que hay de
todo).
Ya de tarde al
pasar por Silleda, sale a decirnos adiós un precioso jabalí de unos 90 Kg.
¡Amigo jabalí: no
quisiera volver a mi crisis! ¡Adiós amigo!
En Vilagarcía de Arousa a 1 de noviembre de 2012
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